López-Cancio explicó algunas características del acoso escolar, pero incidió en que lo más importante es «crear un clima de confianza» desde el principio para que el pequeño hable de sus preocupaciones sin temor. «Si no, cuando haya un problema, no lo va a contar», afirmó. Es preciso estar siempre «receptivo» a lo que puedan contar los hijos, aunque «no siempre estemos de humor» después de una jornada laboral muy larga.
Además, los padres deben estar atentos a indicios como que el niño no quiera hablar del colegio y estar en contacto con el centro. «A veces se buscan culpables en lugar de buscar soluciones. Educar es responsabilidad de todas las personas del niño», arguyó López-Cancio. En ese sentido, es fundamental que los padres enseñen y muestren una buena conducta que se pueda evitar, por ejemplo, «dar las gracias en la carnicería».
«Primero hay que controlar las emociones de uno mismo para tener empatía y resolver conflictos», aseguró el psicólogo. Tal es así, que «si los niños entendieran lo que los otros sienten, que no siempre es lo mismo que ellos, este problema se reduciría drásticamente». López-Cancio incidió asimismo en la importancia de actuar con el espectador pasivo, un cómplice necesario: «Si no fuera por ellos muchas veces no habría acoso».
Para el 'cyberbulling', que daría para otra charla, el ponente resumió así cómo proceder: «Tenemos que educar de igual forma en la vida real que en la cibernética. Si no dejamos que se vayan con cualquiera, que no chateen con gente desconocida».
Los espectadores acogieron con entusiasmo la conferencia. «Muy bien, pero corto», alabó Laura Alonso, con ganas de profundizar más. «Este tipo de charlas sería bueno meterlas en los colegios en forma de clases, trabajar desde la raíz», secundó Guillermo Lana.
FUENTE: El Comercio.es
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